Rehabilitación integral de una vivienda del año 1889, de tres plantas, en el núcleo de El Pedró de Pals, en la calle de la Torre, característico por el arco que la cubre y bajo el cual se encuentra el acceso a la misma. El espacio de entrada está formado por una sala diáfana en la cual la escalera transparente diferencia dos zonas de estar y enmarca la visión de un patio ganado al fondo de la casa que llena de luz el interior, permite la ventilación cruzada y crea un fondo escenográfico realzado por las lámparas suspendidas de vidrio soplado PLUJA (lluvia) que hemos diseñado especialmente para este espacio.

La suave iluminación de estas lámparas, la luz indirecta de los pasamanos de la escalera, los colores neutros de la piedra recuperada de las paredes, del pavimento continuo de hormigón y del mobiliario, propician un clima de acogedora armonía. Completa el programa de esta planta dos habitaciones dobles y un baño.

La planta primera acoge la zona de día de la vivienda, vinculada a la terraza exterior. Las nuevas escaleras permiten coser los diferentes niveles existentes, respetando las singularidades de los espacios. A un lado, la cocina recortada contra el cristal del patio y enmarcada por el techo inclinado de vigas de madera y baldosas cerámicas. Al otro lado, el comedor abierto a la terraza situada sobre el puente de la calle de la Torre, con magníficas vistas del Empordà. El salón se sitúa en la sala contigua bajo una volta catalana con cuatro arcos de punta de fraile. La chimenea de hierro suspendida contrasta con las paredes de piedra y la volta pintada de blanco. El pavimento de madera aporta el punto de calidez de esta planta que se completa con un espacio intermedio que hace de distribuidor a un pequeño lavadero y despensa y a un baño de cortesía.

En la última planta y bajo la cubierta inclinada de vigas de madera y baldosas, se sitúa la suite. La escalera por donde se accede marca también la distribución de los espacios que la componen: la zona de dormitorio definida por el escritorio de plancha de hierro esmaltada en blanco que a su vez hace de barandilla de la escalera, y al otro lado, el vestidor con el mobiliario hecho a medida y el baño donde contrasta el blanco de la encimera de los lavamanos y la piedra natural de la pared realzada por la iluminación indirecta del espejo longitudinal. Los pavimentos de toda la planta son los originales restaurados, de toba manual.

La intervención ha conjugado el respeto por todos estos elementos originales con los criterios de sostenibilidad y confort. En este sentido, se han aislado térmicamente los suelos y las cubiertas. Se han sustituido las carpinterías dañadas por carpinterías nuevas con rotura de puente térmico y doble acristalamiento con cámara y bajo emisivos, se ha diseñado toda la iluminación con tecnología LED y se ha completado la climatización con la aportación de la chimenea.